FREUD en español, la apuesta.

Hace unos dias hablando con un amigo psicoanalista (perdón, el amigo dice que se dice psicólogo, que no sea burro!) y volviendo a mi preocupación con las traducciones surgió el tema de Freud. Mi punto de vista es que la enorme mayoría de la gente que dice haber leído o estudiado a Freud está diciendo, en cierta forma, una falsedad. En el mundo hispano, o leyeron la versión Ballesteros o la mal llamada versión Amorrortu.

De muchas traducciones al español que he leido (sobre todo en literatura popular) o chequeado, encontré muy pocas respetables, ni hablar de buenas. Muchas mediocres, dudosas, y muchas directamente malas. Si en literatura se cometen errores, omisiones y modificaciones constantes en las traducciones, qué pasa entonces con las obras filosóficas?
El impacto de todas las imprecisiones debe ser, sin lugar a dudas, un tanto fuerte.
Por supuesto, las consecuencias de esta probabilidad tirando casi a certeza no son buenas noticias.
Qué tendrían que hacer los estudiantes, y también los profesores, cuyas carreras se basan fundamentalmente en textos traducidos?

Hay dos soluciones posibles a este problema, y ninguna es fácil.
La primera y obvia es aprender otros idiomas y leer textos en idioma original.
La segunda es exigir traducciones serias, producidas en equipo, por varios traductores trabajando en conjunto y en diálogo constante.

Mi amigo psicoanalista (psicologo) tomó el punto de vista optimista, y yo, el que creo es el más realista. La apuesta fue si las Obras Completas de Freud fueron traducidas con un esfuerzo serio o no. Si se hicieron como corresponde, o como yo suponía, de la forma más económica posible, que es lo normal en la industria editorial. Mi teoría es que seguramente no usaron más de un traductor por versión, así que entramos en la internet a hacer las averiguaciones correspondientes.

En el caso de la más antigua, se trata de una "Traducción directa del alemán, por Luis Lopez-Ballesteros y de Torres, ordenación y revisión de los textos por el doctor Jacobo Numhauser Tognola"
Sin lugar a dudas gané la primera parte de la apuesta, pero mi amigo se obstinó: no se trataba del esfuerzo de una sola persona!
Siendo galante decidí suspender el punto hasta averiguar un detalle fundamental: ¿el doctor Jacobo Numhauser Tognola tenía dominio del alemán o sólo hizo una colaboración en español?
Lamentablemente, no encontramos información al respecto en la web.
De todas formas sospecho que no, y que además siendo Numhauser chileno no me imagino que haya trabajado hombro a hombro junto a Ballesteros en España. En todo caso un equipo de dos es demasiado magro para una obra de semejante magnitud.

En la versión Amorrortu tuvimos mejor suerte con la información, sobre todo gracias al interesantísimo artículo de Leandro Wolfson VER CÓMO SE TRADUCE A FREUD: UNA EXPERIENCIA HISTÓRICA.
http://www.traduccionliteraria.org/1611/art/wolfson.htm
Wolfson fue jefe de traductores en la editorial Amorrortu durante la preparación y edición de las Obras Completas. Su idioma era el inglés así que su participación fue indirecta. El encargado (único) de la traducción directa del alemán fue José Luis Etcheverry, quien era probablemente un genio natural con los idiomas, pero por otro lado sus calificaciones académicas eran más bien pobres (no es crítica, yo tampoco tengo calificación académica alguna). Cito el artículo, que dice de Etcheverry:
"Era, además, políglota, y casi todas las lenguas que dominaba (alemán, italiano, francés, inglés) habían sido aprendidas por él sin asistir a curso alguno, tan sólo leyendo a los clásicos de cada una de ellas –como se dice que aprendió Freud el español leyendo el Quijote–. Su versación filosófica y el hecho de que no hubiera tenido ningún contacto previo con el medio psicoanalítico fueron, en lugar de una desventaja, la razón principal que motivaron su designación como traductor de Freud. La idea no era mejorar o corregir antiguas traducciones sino repensar a Freud totalmente de cero, y proponer a partir de ahí una versión que, sin duda, habría de apartarse de las convencionales."

En conclusión, segundo punto y apuesta ganada, no? Según mi amigo, no. Etcheverry trabajó en diálogo con un "Comité Asesor, integrado por dos psicoanalistas y un psicólogo, todos ellos muy destacados en sus especialidades". Lo curioso del caso es que Etcheverry al ir directamente a Freud, terminó formando sus propias conclusiones y chocando contra este comité, formado en base a la traducción de Ballesteros. La importancia de estos desacuerdos no pueden minimizarse nunca, en la actualidad la versión de Etcheverry se ve como la correcta, y se le agradece haberse mantenido firme contra los tradicionalistas.
Dos traducciones, dos versiones distintas y dos formas distintas de entender a Freud... pero aún no termino.

La versión Etcheverry (la mal llamada Amorrortu, por la editorial) también incluyó las anotaciones de Strachey, quien fue el traductor (único, otra vez) de las Obras Completas (Standard Edition) al inglés. Cito otra vez el artículo de Wolfson, que agrega el punto final en mi teoría... no ha leído a Freud quien haya leído una traducción. Solamente ha leído una versión de Freud, cuya validez siempre estará en duda. Wolfson dice:
"Después de que Etcheverry procesaba la labor del Comité, las obras pasaban a mí, quien las cotejaba palabra por palabra con la Standard Edition y le señalaba a Etcheverry todos aquellos casos –muy numerosos– en que la traducción de Strachey parecía presentar una diferencia importante con la suya. Estos casos, junto a algunas otras sugerencias mías menores, eran analizados puntualmente por Etcheverry, a veces volviendo al original alemán, y él tenía siempre la última palabra al respecto. Nunca dejaba de explicarme en qué se fundaba, por ejemplo, para ratificar su versión distinta de la de Strachey."

Concluyendo, tres traducciones distintas, con "numerosos" casos de diferencias importantes... será esto lo normal con todas las obras de los filósofos traducidos?
Etcheverry tradujo las obras completas de Freud en tan solo cuatro años. Un esfuerzo monumental de su parte, pero que a mí me inspira dudas, me parece muy poco tiempo para una producción tan importante y tan extensa.

Creo que es hora de tomar más seriamente el tema de producir versiones en español, ojala lo hagamos pronto, para que sea posible leer obras escritas en otros idiomas con un poco más de confianza.

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